¿Qué frutas engordan más?
La fruta es, en cualquiera de sus formas, un snack saludable y un perfecto ingrediente nutritivo en la cocina. No debemos desplazar ninguna fruta en favor de otro tipo de alimentos con menor carga calórica porque las frutas, al margen de las grasas y azúcares naturalmente presentes que contengan, están cargadas de vitaminas y nutrientes indispensables para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Sabidas estas cosas, sí es cierto que, como nos indica la nutricionista Ana Gloria Cantos Aguilar, hay frutas que contienen más grasa o más azúcares que otras y que, en consecuencia, tienen más calorías. Estas son las dos cosas que la experta nos recomienda contemplar si queremos apostar por «las frutas que menos engordan». Así, la nutricionista habla del aguacate. A pesar de que aporta grasas saludables muy beneficiosas, tiene, como nos indica, muchas calorías. Pero señala que «las calorías que tiene el aguacate son buenas».
En contraposición, Ana Gloria nos habla del coco. Nos cuenta tiene unas 650 calorías por cada 100 gramos y que estas proceden en gran parte de lípidos que no son de la mejor calidad. Otras frutas con alta carga calórica según la nutricionista son el plátano, las uvas, los higos o la chirimoya, pues no dejan de ser azúcares. Ana Gloria nos explica por otro lado que las frutas con más grasas son más complicadas de digerir y nos pueden hacer sentir hinchados. Para que nuestro cuerpo asimile las grasas tiene que entrar en juego la bilis, una sustancia que hace que se emulsiones las grasas para poder digerirlas.
Las frutas que, por otro lado, tienen poco aporte calórico son el melón, la sandía, la naranja o el limón, por ejemplo. Ana Gloria nos dice que estas, aunque tienen un alto índice glucémico tienen mucha agua y en consecuencia tienen menos calorías.
A pesar de todas estas cosas la nutricionista nos dice que la digestibilidad de las frutas depende mucho del individuo porque, de hecho, hay frutas que son más alergénicas que otras. Por eso, en ocasiones no se trata de que una fruta se digiera peor que otra sino de que la persona que la consume padece una alergia o una intolerancia. Las frutas más alergénicas son las que tienen «pelo», véanse por ejemplo el melocotón, las fresas o el kiwi.
Para terminar la experta puntualiza que no importa el momento en el que consumamos las frutas. Desmiente la creencia de que la fruta después de comer engorda y nos explica que lo único que ocurre es que si la tomamos antes de comer nos beneficiamos en mayor medida de la fibra que contiene para arrastrar los alimentos que vayamos a tomar. En cambio su carga calórica es la misma antes y después de comer.
A pesar de todas estas cosas, la nutricionista no duda en apuntar que cada caso es diferente y que, como en todo, no podemos generalizar. Debemos atender a cada caso y paciente de una manera particular.
Por: Elisa García Faya